RESEÑAS

 María Luisa Rodríguez Antón - Reseña "A Rachas"
María Luisa Rodríguez Antón - Reseña "A Rachas"
Con esta breve reseña, así como con la actividad cultural con la que vamos a presentar desde la Asociación El Legado de las Mujeres, en El Ateneo de Madrid, la poesía de esa “mujer de Letras”, (como reza el tema del Congreso que sobre ella va a celebrarse en Salamanca, en el que esperamos estar presentes), hemos pretendido prestar la atención que le es debida a la Carmen Gaite poeta, a nuestro criterio, injustamente ensombrecida, -pese a que fue en este género con el comienza su andadura literaria-, así como a la altísima valoración que ella misma tiene de la poesía, entendida como esa iluminación que “entra sin anunciarse” y cuya presencia atraviesa su obra toda.

Para ello, os invitamos, con acendrado afán, a hacer un recorrido por el itinerario poético de la autora, por esa poesía “a rachas” como ella misma la califica, y en cuya poética, contenida en el eminente y riguroso trabajo que José Teruel hizo en su momento de la obra poética de la autora, (incluido en el tomo tercero de sus obras completas, ahora descatalogado, pero que acaba de salir publicado de forma independiente, por la editorial La Bella Varsovia), en cuyo excelente prólogo recoge las palabras de la autora que nos habla de la proyección y entrecruzamiento de lo poético en su obra ensayística, narrativa y autobiográfica, particularmente, y que tendremos ocasión de comprobar a poco que hayamos leído cualquier texto tuyo, perfectamente identificable como suyo, otro galardón más que engalana su figura, como ya he comentado en ese precioso relato breve “De tu ventana a la mía”, del que también he hecho una breve reseña en este blog.

Este librito os llevará de la mano por las etapas y evolución de su obra poética, desde su primer poema “La barca nevada”, publicado allá por el año 47 en la revista universitaria “Trabajos y días” ( escrito ante la contemplación de el cuadro del mismo título del pintor salmantino José Núñez Larraz, (padre de ese excelso poeta a quien tuve el privilegio de tener por amigo en mi primera juventud, en esa bienhadada ciudad que es para mí siempre Salamanca), a Después de todo, elocuente título a poco que se conozca la biografía de la gran escritora salmantina.

Vaya, pues, con este breve exordio, nuestro ferviente deseo, por ella alentado, de que leais sus poemas y lo hagáis en voz alta, para así intentar alcanzar el fin último de la poesía que es dejarse empapar por la emoción, dejar que los versos, siempre esperanzados, pese a todo, de nuestra querida Carmiña, os lleguen al corazón y allí se asienten.

Descargar reseña de Carmen Martín Gaite - *A rachas*
Ascensión Rivas - Reseña "Entre Visillos"
Ascensión Rivas - Reseña "Entre Visillos"
Durante los primeros años de su matrimonio con Rafael Sánchez Ferlosio, Carmen Martín Gaite (Salamanca, 1925 – Madrid, 2000) se concentra en la escritura de Entre visillos (1958), una de las obras más significativas de su producción y una de las narraciones más relevantes de los años cincuenta. En ese tiempo, además, da a luz a su primer hijo –Miguel– que muere de meningitis en 1955 a los siete meses de su nacimiento. El dolor la obliga a pausar la redacción del manuscrito, pero sus ganas de vivir y de volver a ser madre la impulsan a terminarlo y la llevan a quedarse embarazada de nuevo. En 1956 nace su hija Marta y en 1957 el libro obtiene el Premio Nadal, solo dos años después de que Ferlosio lo consiguiera con El Jarama. Su marido no sabía que lo había presentado al certamen porque, como Carmen declaró en una ocasión, «no quería que su opinión me influyese ni en pro ni en contra». Corrían tiempos de inquietud y de sentimientos contradictorios.

Entre visillos, escrita en Madrid, muestra el ambiente que la autora conocía de su vida en Salamanca, el de una capital de provincias a mediados del siglo XX. La novela refleja la circunstancia vital de una serie de individuos a lo largo de unos meses: se inicia con las Ferias de septiembre (en el segundo capítulo, Pablo Klein regresa del extranjero para hacerse cargo de las clases de Alemán en el Instituto femenino) y termina antes de Navidad, cuando el mismo personaje abandona la ciudad, hastiado de unas relaciones insinceras y de una vida vacía y sin alicientes. La relación con sus alumnas es difícil porque no entienden sus métodos de enseñanza y a él le resulta fatigoso hacerles comprender que hay vida fuera de los muros de una población levítica. La ciudad está varada en la nada, los jóvenes burgueses maduran torpemente entre diversiones insustanciales, y las chicas, además, están sometidas a los designios de sus padres y sus novios. Los hombres ejercen una clara superioridad sometiéndolas o engañándolas, y si alguna destapa sus deseos o confiesa su forma de parecer, la sociedad se abalanzará sobre ella, censurando su conducta casquivana o indómita.

En Entre visillos Carmen Martín Gaite recrea los usos amorosos de las mujeres de la época. Es significativo que le dé la palabra a Natalia, a la que vemos escribir un diario donde se manifiesta sin disimulo. Pero también hace un estudio veraz de otras protagonistas que se ajustan más a lo convencional. Elvira es un ejemplo de joven indecisa que se revela incapaz de impugnar las normas sociales; Gertru representa a la muchacha que se entrega a un matrimonio desigual que la hará infeliz; Mercedes encarna a la solterona frustrada, incapaz de encontrar marido, y Julia se debate entre sus deseos de huir a Madrid para empezar una nueva vida y la imposición de unas directrices que laminan sus aspiraciones. Los hombres también cumplen su función en la ceremonia colectiva. Tienen un papel falso y dominador, aparentemente cómodo, razones por las que Pablo Klein, educado en un entorno más franco e igualitario, decide marcharse.

Aunque el nombre de Salamanca no se refleja en el texto, es evidente que la escritora sitúa la historia en esta ciudad. Con el libro en la mano no es difícil seguir las huellas de los personajes y advertir el valor simbólico de algunos espacios. La Plaza Mayor emerge como un lugar por el que se transita a diario, el Casino es el centro donde se divierte la juventud acomodada, el río se revela como un ámbito de libertad vinculado al gozo y al placer, y la Catedral representa el poder dominador de la religión. El significado de su torre de piedra –un calco de la que dibujó Clarín en La Regenta– da un giro por obra de Gaite, que permite a Tali y a Julia ascender por sus escaleras para contemplar la ciudad desde la altura. Es su forma de expresar la audacia de estas mujeres y de concederles simbólicamente la oportunidad de liberarse. La novela también destaca por el uso del lenguaje. Martín Gaite despliega en ella su asombrosa capacidad para captar el habla de la gente y para describir con naturalidad y simulada sencillez una realidad humana hipócrita y desencantada.

Reseña de Entre visillos, realizada por la profesora Ascensión Rivas Hernández, catedrática de la Universidad de Salamanca, Jornadas culturales Instituto Vaguada de la Palma para alumnos de bachillerato: "Carmen Martín Gaite, mujer de letras".

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Ascensión Rivas
Ascensión Rivas
Reseña de Entre visillos, realizada por la profesora Ascensión Rivas Hernández, catedrática de la Universidad de Salamanca, Jornadas culturales Instituto Vaguada de la Palma para alumnos de bachillerato: "Carmen Martín Gaite, mujer de letras".
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Centenario de nacimiento Carmen Martín Gaite

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